¿Cuáles serán las tendencias de inversión en 2022?

El año 2021 volvió a estar marcado por el coronavirus y nuevos confinamientos. Pero, ¿cuáles serán las tendencias para el próximo año? ¿Se normalizará la inflación? ¿Cómo preparo mi cartera para el año que viene? Angelika, Content Lead de BUX, habló con el Dr. Martin Lück, Chief Investment Strategist para Alemania, Suiza, Austria y Europa del Este de la gestora de activos BlackRock.

Dr. Lück, antes de que echemos un vistazo al 2022. ¿Cómo fue el año pasado?

2021 no transcurrió exactamente como se esperaba. A principios de año, la gente era optimista respecto a las vacunas contra la COVID. La expectativa era que las personas con pauta completa de vacunación ya no enfermarían y la vida social volvería rápidamente a la normalidad. Sin embargo, la protección de la vacuna se pierde mucho más rápido de lo esperado. Así que se han producido ciertos retrocesos en la lucha contra la pandemia y, por tanto, también en la recuperación económica.

No obstante, empresas farmacéuticas como Pfizer y Biontech se han beneficiado del coronavirus, como es natural.

Sí, pero es un tema que nos acompañará de todos modos. Ya hemos visto lo rápido que nuestro mundo altamente desarrollado y sincronizado puede verse sacudido por una pandemia. Sabemos que estos agentes patógenos siempre existirán y que serán cada vez más comunes. También se están llevando a cabo investigaciones masivas en este ámbito y la industria farmacéutica sabe cuántas áreas de negocio y oportunidades se van abriendo.

¿Qué estrategia de inversión ha tenido éxito este año?

Con una sobreponderación en la renta variable se logró un mejor rendimiento en 2021 que si se hubieran ponderado las clases de activos de forma más equilibrada. Con la renta variable, uno se beneficia sobre todo de un entorno con tipos de interés reales muy bajos. Como la inflación ha subido más que los tipos de interés, hemos tenido tipos reales bajos. Por otro lado, las empresas han obtenido grandes beneficios. Pudieron repercutir los mayores costes de producción a los consumidores porque estos, a su vez, disponían de mucho dinero en efectivo y estaban dispuestos a pagar esos precios. Esto ha impulsado los beneficios de las empresas.

¿Podrán continuar los récords bursátiles en 2022?

No creo que continúen con el mismo ímpetu. Pero tampoco preveo vientos en contra drásticos, a menos que veamos una evolución sorprendente de los tipos de interés. Creo que se producirá un fuerte dominio de los valores tecnológicos. Sin embargo, pasará de las Cinco Grandes a otros campos tecnológicos. Esto incluye la inteligencia artificial, el 5G o la transformación verde. Las oportunidades en esos ámbitos son gigantescas.

¿Cómo son las previsiones de crecimiento para el próximo año?

Lo realmente interesante no son tanto las cifras exactas, sino el momento en que se producen. Antes del coronavirus vivíamos en un mundo sincronizado. Lo mismo sucedía con los ciclos económicos de Europa, Asia y América. El coronavirus ha echado todo esto por tierra. El virus golpeó primero a China, obligando al país a realizar el confinamiento más duro del mundo ya en enero de 2020. Sin embargo, gracias a este confinamiento, China pudo reabrir su economía ya el 1 de abril de 2020. Esto dio a China una ventaja de un año sobre Estados Unidos o Europa. El mundo, antes sincronizado, se convirtió en asíncrono.

¿Cómo se manifiesta esto exactamente?

Si observamos el año 2022 en este contexto, vemos un sólido crecimiento en Estados Unidos, pero la cuestión es si habrá allí una cuarta ola. El coronavirus sigue siendo una amenaza para Europa y Estados Unidos, pero soy más optimista con respecto a China porque tienen la COVID más controlada. En términos de crecimiento, veo a China a la cabeza, junto con al resto de sus vecinos de Asia, seguida de Estados Unidos y Europa en la retaguardia. 

Ahora mismo tenemos una inflación elevada y unos tipos de interés bajos. ¿Cómo será la política monetaria en el próximo año?

Salvo que ocurra algo inesperado, se espera que la Reserva Federal de Estados Unidos suba los tipos de interés en 2022, pero no el Banco Central Europeo. Esto se debe a las diferentes tendencias de la inflación, que son mucho más fuertes en Estados Unidos.

Espero una normalización de la tasa de inflación en Europa. El efecto del precio del petróleo y también los problemas de las cadenas de suministro se debilitarán, al igual que el desajuste entre la oferta y la demanda, que es un gran motor de la inflación. Probablemente, a finales de 2022, la inflación en la zona del euro volverá a ser del 2%. En Estados Unidos tardará más, también por los efectos del paquete fiscal y del mercado laboral. 

En 2021 hemos experimentado varios cuellos de botella en el suministro. ¿Qué prevé a largo plazo en este sentido?

La situación se normalizará, pero tardará más de lo previsto. Me gusta compararlo con un atasco en la autopista. Cuando se elimina la causa, el tráfico vuelve a fluir, pero no de forma uniforme. Se producen parones de vez en cuando. Esto ocurre con mayor frecuencia cuando vuelven a producirse confinamientos en determinados países. Habrá que esperar hasta bien entrado el año 2022 para que se restablezcan por completo estas cadenas de suministro coordinadas con precisión. Entonces seguiremos viendo una cierta reorganización de las empresas en busca de nuevos canales de venta y nuevas fuentes de suministro. La globalización debe recalibrarse cuando la pandemia llegue a su fin.

¿Qué sectores se ven especialmente afectados por este atasco?

El sector de los semiconductores, por supuesto, pero también otros precursores y componentes electrónicos que se utilizan en un gran número de productos. Otro sector es el de la energía. Los elevados precios se deben en parte a la interrupción de las cadenas de suministro, pero también al carácter asíncrono de las subidas. En cuanto la economía china se recuperó, China compró materias primas a gran escala.

Ya que estamos hablando de energía, ¿hacia dónde cree que irán las tendencias tras la conferencia sobre el clima de Glasgow?

En primer lugar, me decepcionó pero no me sorprendió mucho lo de Glasgow. Creemos que el riesgo climático no es solo un riesgo de inversión, sino que el cambio climático también crea oportunidades de inversión a través de la transformación verde. Además, necesitamos transferencias gigantescas a los países en desarrollo y emergentes. Si solo China es responsable de más del 30% de las emisiones de CO2, también necesitamos a China en la mesa de negociaciones. Toda la catástrofe climática es una enorme lucha de distribución.

¿Cuál es la mejor manera de invertir en esta transformación?

Ya este año hemos visto un aumento extremo de la demanda de productos sostenibles. Las carteras deben ser cada vez más sostenibles. Hay que vigilar el riesgo regulatorio de la llamada “Brown Energy” o energía marrón, sobre todo a largo plazo, y orientar la cartera hacia la energía verde y la transformación ecológica. O bien invertir en las empresas que más se benefician de ello. O en las que menos se ven afectadas por ello. El sector sanitario, por ejemplo, tiene poco que temer de la regulación climática. También hay oportunidades para el sector tecnológico, si dejamos de lado las tecnológicas, que consumen una cantidad muy grande de electricidad.

Hablando de consumo de energía, lass criptomonedas también son conocidas por esto. ¿Se producirá una regulación del sector?

Siendo sincero, las criptomonedas no son monedas, en mi opinión, ya que no cumplen una función de moneda. Las considero especulación, ya que no tienen valor intrínseco. Además, la tecnología blockchain es todavía demasiado lenta. Primero necesitamos una revolución tecnológica en el sentido de la computación cuántica para que el blockchain opere a una velocidad aceptable. Otro punto es que la minería, en efecto, consume una cantidad increíblemente grande de energía, lo que provocará que en algún momento deje de ser rentable. Sin embargo, existen tantos «fans» que las criptomonedas han llegado para quedarse. Pero la regulación se producirá.

¿Hasta qué punto son adecuadas las criptomonedas como complemento de las carteras de los inversores privados?

Como tales, no en el ámbito de las inversiones a largo plazo, sino en el de la especulación. Muchos inversores tienen una especie de cuenta de dinero para jugar, con la que invierten en productos más arriesgados por diversión. En todo caso, tiene un alto efecto de aprendizaje.

Una última pregunta, ¿en qué tres productos invertirá o continuará su inversión en 2022?

Las acciones tecnológicas seguirán en mi cartera en 2022, aunque no crecerán tanto en 2022 como el año anterior. También tengo inversiones en el sector inmobiliario, que mantendré. Y en tercer lugar, quiero retener una cierta cantidad de efectivo para futuras oportunidades. Por supuesto, esto genera costes, pero también proporciona flexibilidad. Creo que el año que viene será mucho más volátil y quiero disponer de efectivo para poder invertir a corto plazo cuando surjan oportunidades.

El Dr. Martin Lück es Chief Investment Strategist de BlackRock para Alemania, Suiza, Austria y Europa del Este. Como tal, es el principal contacto en la región para temas macroeconómicos y de inversión.

Ningún punto de vista, opinión ni análisis presente en este artículo puede ser entendido como asesoramiento de inversión personal, y los inversores individuales deben tomar sus propias decisiones o buscar asesoramiento independiente. Este artículo no cumple con los requisitos legales para promover la independencia en las investigaciones de inversión, y debe ser considerado una comunicación de marketing.

Cargando